3.000 coches eléctricos cargados en un día: la nueva megaestación de China ofrece pistas sobre el futuro

  • Shell y BYD aprovechan su colaboración para crear una de las mayores instalaciones de China

  • En Europa ya hemos adaptado parte del modelo

Shell
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Si Noruega es el país del coche eléctrico por cuota de mercado, China se ha convertido en el lugar donde hay que mirar cuando hablamos de qué está por venir con esta tecnología. El gigante asiático ha conseguido elevarse por encima de todos los rivales cuando se habla de volumen total de negocio, de producción y de exportación.

Por eso, es interesante qué se está produciendo allí para comprender cómo puede ser nuestra nueva movilidad en el futuro. Más allá de curiosidades como el intercambio de baterías de NIO, el cementerio de bicicletas de uso compartido o el fracaso la estafa del autobús sobreelevado, hay muchos planes con base suficiente para entender cómo cambiará la fisonomía de nuestras carreteras.

Una estación de carga gigante que nos muestra el futuro

Ubicada en Shenzhen, a unos 2,5 kilómetros del aeropuerto y gestionada por Shell y BYD. Es la estación de carga que se acaba de inaugurar en China y que durante la fase de pruebas llegó a abastecer a 3.300 vehículos en un solo día. Para ello, tiene disponibles un total de 258 enchufes de carga rápida, aunque Shell no confirma la potencia de los mismos en la información que ha publicado.

Es decir, cada cargador habría abastecido entre 12 y 13 coches en un solo día, por lo que las recargas no pueden haber superado las dos horas. Para hacer la espera más amena, la compañía petrolífera ha dotado a las instalaciones de una tienda, una cafetería y un salón para que los conductores descansen mientras el vehículo se carga.

Más allá de los números, la apertura de la estación de carga nos ofrece una imagen general de cómo pueden cambiar las estaciones de servicio en Europa. En primer lugar porque la Unión Europea está decidida a llenar las carreteras de puntos de recarga rápida cada pocos kilómetros, por lo que las petroleras tienen un aliciente para ofrecer estos enchufes en sus propias instalaciones. De hecho, Shell señala que en el mismo espacio se siguen ofreciendo surtidores para vehículos de combustión.

La dotación de servicios en espacios de recarga rápida es otra de las demandas habituales de los conductores, ya que muchas de ellas se encuentran en espacios aislados donde es imposible tomarse un café o comer algo mientras el coche carga. En Alemania, algunas compañías como Audi o Porsche sí se han preocupado de montar sus propias estaciones de recarga con este tipo de servicios, ofreciendo una imagen más premium o de mayor calidad.

Las instalaciones de Shell están apoyadas por techos con placas solares que, según la petrolera, pueden entregar hasta 300.000 kWh de energía eléctrica al año. Una ayuda en forma de energía renovable que se utilizará para recargar en parte los propios vehículos y que, como ya hemos visto en otras estaciones, empieza a ser habitual.

Además, que cada enchufe esté dando servicio a unos 12 vehículos diarios da una idea de cómo nos moveremos en el futuro. Si no hubiera tiempos muertos entre recarga, los automóviles habrían estado enchufados un total de dos horas. Esto, en postes de carga rápida (y más cuando alcanzamos potencias de 150 kW o superiores) no tiene sentido, pues está demostrado que es más rápido parar un mayor número de ocasiones durante breves intervalos de tiempo que hacer una pausa más larga con el objetivo de llenar la batería por completo.

Con mayor asiduidad los automóviles cuentan con sus propios navegadores que calculan la batería disponible en marcha, aclimatan la batería a la temperatura ideal para la recarga y absorben la mayor energía en el menor tiempo posible. Esto se produce porque rara vez en un viaje planificado de este modo se eleva la autonomía disponible por encima del 80%.

Es entre el 10% y el 80% cuando las baterías mejor reciben la electricidad a una alta potencia. Por encima o por debajo de esos porcentajes, los acumuladores sufren más degradación y necesitan recargar a una velocidad inferior. Por tanto, es de esperar que esos mismos 3.300 vehículos recargados en un día aumenten considerablemente con el mismo número de enchufes.

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Foto | Shell

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